Hace un par de días mi hermano me preguntó qué tenía 1984 para que yo la posicionase en el top5 de la literatura. Estábamos en Casa del libro, y yo iba toquetando las portadas que me interesaban mientras realizaba una wishlist mental. A su pregunta, se me ocurrieron mil motivos que aportar, pero como sabía que no ofrecería una respuesta concisa, me limité a decir con admiración: si lo leyeras lo sabrías. Y es que en ese instante no creía encontrar las palabras adecuadas que dignificasen la novela.
Creo que lo convencí, o al menos le generé curiosidad sobre El gran hermano.
Quizás es porque siento debilidad por los futuros distópicos donde una dictadura o un sistema político centralizado trata de erradicar la capacidad de pensar del ser humano, como en un Mundo feliz o Farenheit 451, pero mi argumento es bastante simple: 1984 me hizo pensar mucho. Me hizo pensar en la falta de seguridad que posee la sociedad, en la facilidad de gobernar a un grupo de personas, cuando éstas lo que buscan es pertenecer a un sistema. Me hizo pensar en si las personas, en realidad, somos un poco ovejas.
Por eso me da pena, y sí, pena es la palabra, cuando veo que la huella de George Orwell ha evolucionado hacia un programa en la cúspide de la telebasura.
Con esta novela pasa algo curioso, o al menos lo he comprobado con otras personas. Normalmente llegas a ella cuando tienes entre 19 y 22 años, pero es que además a su lectura, normalmente le siguen Un Mundo Feliz y Fahrenheit 451. Tres historias distópicas pero cuya lectura debería ser obligatoria en los colegios. Saludos!
ResponderEliminarHola David, el comentario de abajo es para ti :)) aún no domino el blog 😅
EliminarHola! La verdad que nunca lo había pensado así pero en mi casi has acertado. Me leí esta novela hace años y después seguí con las otras dos!
ResponderEliminarYo soy muy fan de los futuros distópicos, me absorven muchísimo, esa manera apocalíptica de ver el mundo.
Un saludo David, veo que tenemos cosas en común :))
Chapó a tus palabras, María ❤
ResponderEliminarAbsolutamente de acuerdo, sobre todo en "me hizo pensar en si las personas, en realidad, somos un poco ovejas"