¡Hola a todos!
Estos días se está
celebrando el 50 aniversario del Festival de Cine de Sitges, el cual
está dedicado mayormente a cine fantástico y de terror. Normalmente
reservo el domingo para las reseñas literarias, pero hoy voy a hacer
una excepción porque quiero hablar de una de las actividades que se
celebra durante este festival: La Zombie Walk.
Aunque ya había ido otros
años al festival, ayer fue la primera vez que veía el desfile
zombie. El evento me sorprendió muchísimo porque no imaginaba que
la gente fuera tan preparada, y nosotros, que no lo íbamos tanto,
perdimos la oportunidad de que nos maquillasen.
Sobre las 12 del medio día,
en la playa de San Sebastián de Sitges, repartieron los tickets
para que la gente que quisiera participar en el desfile pudiera ser
maquillada gratis en unas carpas que colocaron junto a la playa.
Nosotros llegamos sobre las 14h, así que no quedaban tickets, pero
como ya lo imaginábamos (íbamos un poco a ciegas), llevábamos
nuestro propio maquillaje comprado en el Party Fiesta.
Todo muy pro, vamos.
El caso es que, una vez metida
en el ambiente, fui consciente de que otros años me había preparado
un poco más las películas que se proyectaban (no todo en esta vida
es una Zombie Walk) y me arrepentí de haberme perdido los films de mayor interés:
- La
forma del agua, de Guillermo del Toro, que abrió el festival este
año, y trata sobre una historia de amor entre un monstruo y una humana. Además la portada me parece muy bonita.
- The
Killing of a sacred deer, con Nicole Kidman y Collin Farrell de
protagonistas. Por lo que he leído, parece terror psicológico.
- Musa,
de Jaume Balagueró, que es una adaptación de La dama número 13',
de José Carlos Somoza. Aprovecho para recomendar las películas de este director, y hacer mención a Mientras Duermes, con Luís Tosar, y con la que estuve en tensión de principio a fin.
- La
piel Fría, la adaptación de la novela con el mismo nombre y de la
que ya hablé en el blog hace varias semanas. Y este film es quizás el que más rabia me
da perderme, porque como ya expliqué, la novela me pareció de lo
mejor que había leído en años.
Y
volviendo a la Zombie Walk, ayer me enteré de que George Romero,
director de La noche de los muertos vivientes, murió el pasado julio
en Canadá. Hace unos cinco años, hice una especie de maratón de
Romero, y aunque no vi todas sus películas, sí fueron unas cuantas,
así que lo considero un pionero, un icono de este género. Y no
sé que me sorprendió más, el saber que había muerto, o el hecho
de no haberme enterado hasta ayer.
Como
tributo, el discurso de apertura para la presentación de la Zombie Walk fue dedicado a él, y colocaron un mural en el que poder firmar.
El
desfile duró más o menos una hora, y aunque ya me había hecho una
idea del nivel de los disfraces, verlo fue más espectacular de lo que esperaba.
Y
aunque nuestros disfraces eran puramente caseros nos lo pasamos igual de bien.
Cuatro de los siete que éramos, volveremos a Sitges el domingo que viene, a la maratón de la mañana. Ayer compramos las entradas, aunque las películas todavía no se han hecho públicas, y hasta el viernes no
lo sabremos. De momento, el jueves por la noche vuelven a proyectar La
piel fría. Eso quiere decir que ir a ver la película supone llegar a casa sobre las tres de la mañana, contando el tiempo de proyección y la vuelta en coche de Sitges a Barcelona. Quizás lo ideal sería hacer puente el viernes. No es mala
idea.
Como
tributo, el discurso de apertura para la presentación de la Zombie Walk fue dedicado a él, y colocaron un mural en el que poder firmar.
El
desfile duró más o menos una hora, y aunque ya me había hecho una
idea del nivel de los disfraces, verlo fue más espectacular de lo que esperaba.
Y
aunque nuestros disfraces eran puramente caseros nos lo pasamos igual de bien.
Cuatro de los siete que éramos, volveremos a Sitges el domingo que viene, a la maratón de la mañana. Ayer compramos las entradas, aunque las películas todavía no se han hecho públicas, y hasta el viernes no
lo sabremos. De momento, el jueves por la noche vuelven a proyectar La
piel fría. Eso quiere decir que ir a ver la película supone llegar a casa sobre las tres de la mañana, contando el tiempo de proyección y la vuelta en coche de Sitges a Barcelona. Quizás lo ideal sería hacer puente el viernes. No es mala
idea.