Imagen vía Wikipedia
Él estaba entusiasmado, aquella noche el cielo
era un espectáculo. No habíamos visto la aurora boreal, pero sobre nosotros las
estrellas formaban una cúpula perfecta. Me dio miedo quedarme allí encerrada,
bajo ese techo salpicado e inmóvil.
—Allí está Cefeo —dijo.
—¿Dónde?
—Es la que parece una casa.
Luego prosiguió:
—Voy a pedir un café, este frío es terrible.
Cuando se fue, seguí mirando a Cefeo. Parecía una
casa dibujada por un niño, sin puertas ni ventanas, con un tejado puntiagudo
como el gorro de un gnomo. Y entonces parpadeó. Esto fue antes de desaparecer
del cielo. Luego, transcurridos tres o cuatro segundos, volvió. Se reconstruyó estrella
por estrella hasta quedar completa nuevamente.
Mi móvil vibró. Me sorprendió tener cobertura
porque hacía horas que estábamos incomunicados. Era un mensaje nuevo, de un
número desconocido. En la foto de perfil, la hermana de Marcos posaba en una
playa, con un bikini verde.
Perdona que te moleste. Sé que no hablamos desde hace cinco años,
desde que te divorciaste de mi hermano al volver de Noruega.
Pero Marcos ha tenido un accidente de moto esta mañana
y ha muerto.
Leí la fecha: 23 de diciembre de 2030.

¡Hola, María!
ResponderEliminarMe has puesto los pelos de punta jajaja.
Ese Marcos vivo y muerto a la vez, acercándose con los cafés mientras el mensaje se borra. Es como si el presente y el futuro se miraran un instante a los ojos antes de que uno devore al otro. Lo que más admiro del relato en relación al reto-tintero es la naturalidad con la que Cefeo se convierte en testigo y en señal.
Un beso y felicidades por un reto más que superado.
Muchas gracias, Miguel! ja,ja,ja. Bueno, me había quedado mucho más largo y lo he recortado. Tengo la sensación de que ha quedado un poco acartonado, pero en fin... Creo que subiré la versión larga en unos días ja,ja,ja Mil gracias! Un besito
Eliminar¡¡Tú también participas!! Qué bien. Y con un relato magnífico. Me ha encantado por esa mezcla de realismo y fantasía, por ese anuncio del futuro, por ese final en el que no sabemos si el mensaje fantasma evitará el divorcio y se deja a la imaginación del lector. En fin, muy bueno el relato.
ResponderEliminarUn beso.
Hola Rosa! Es la primera vez que participo! Y eso que sigo a David desde hace tal vez ocho años ja,ja,ja. Muchas gracias. Ahí está el tema, qué podría hacer ella, quizás si no se divorcia podría evitar la muerte de él. Un besito.
EliminarVaya marrón!!
ResponderEliminarAhora no podrá divorciarse porque la acusación tanto de la hermana como d3 Cefeo son claros. Y el día en cuestión dentro de 5 años, echarle somníferos en la comida para wue se quede roque y no salga de casa. Decírselo sería. Contraproducente.
Abrazooo
ja.ja.ja no sé, he visto demasiadas veces Destino final, no sé si se puede evitar muerte así como así! Un abrazo, gracias por pasar por aquí
EliminarQué buen micro, María. Me ha gustado mucho el contraste entre lo bucólico del ambiente con la belleza del cielo y las estrellas y la desazón interior de la protagonista. El giro final muy sorprendente y abierto a la interpretación. Estupendo todo.
ResponderEliminarMil gracias, me alegro mucho de que te haya gustado :) Un abrazo!
Eliminar¡Hola, María! Encantada de tenerte en Tintero y más aún con este mini-gran relato entre la realidad y los sueños, un micro sin resolver y darnos la oportunidad a tus lectores de imaginar posibles finales.
ResponderEliminarUn cordial saludo de Isabel.
Muchísimas gracias por tus palabras :) muy feliz de que te haya gustado! Un abrazo
EliminarHola, María, ¡ostras! Pedazo de micro. Te quedó genial. ¿Y ahora ella qué hace? Seguro que vivir hasta ese día recordando ese momento Te felicito por el micro
ResponderEliminarUn abrazo. 🤗
Ayyy muchísimas gracias por tus palabras!!! Un abrazo!!
EliminarInquietante. Intrigante. O sigue como si nada, esperando que el desarrollo de los acontecimientos lleve a lo anunciado o tratas de intervenir. ¿Dependerá de si el café lleva leche o azúcar? Cefeo habla, pero te deja el lío para ti. Gracias por el microrrelato. Saludo.
ResponderEliminarja,ja,ja eso es, Cefeo habla pero el marrón para ella, y ella decide ja.ja.ja Mil gracias por pasar y por tus palabras :) Un saludo!
ResponderEliminarNo sé cómo será el relato completo, pero con las 250 palabras has sido capaz de ponernos el corazón en un puño. Felicidades.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola Maria, creo que no había tenido el gusto de leerte antes. Me ha gustado tu micro, que resulta enigmático y muy original. Muy buen aporte para el reto. Saludos.
ResponderEliminar¡Hola! Un microrrelato con un giro impactante y que, en pocas palabras, describe toda una historia que se intuye mucho más larga. Intrigante. ¿Qué pasó para que se produjera lo que parece un salto temporal hacia el futuro? Bueno, esto también es lo bonito y lo mágico de los microrrelatos: intentar encajar las piezas y las suposiciones en nuestras mentes lectoras je, je, je. De todas formas, me quedo con ganas de saber más sobre esta historia :)
ResponderEliminarGracias por participar en el microrreto.
Un abrazo.
Hola, María. Futuro y presente se entrelazan y nos dejan pensando... quiero leer el cuento completo! Me atrapó la historia.
ResponderEliminarUn abrazo
Hola Marta, menuda historia, me ha gustado mucho. Vamos que da para una novela. Enhorabuena. Un saludo.
ResponderEliminarHola María. Esas paradojas espacio-temporales siempre me han llamado la atención. Y me hace preguntarme si hay algo que ella pueda hacer para cambiar ese futuro tan negro que presagia el mensaje venido del futuro. Como dejas entrever al principio, se echa en falta una continuación. Un abrazo.
ResponderEliminar