Cada año, cuando nos acercamos al 31 de octubre recomiendo Frankenstein. Este año, con el próximo estreno en Netflix de la adaptación cinematográfica de Guillermo del Toro, he encontrado muchas recomendaciones de la novela. De hecho, he encontrado tantas, que incluso he dudado sobre si hablar de Mary Shelley por miedo a ser poco original. Como ya he dicho varias veces, Frankenstein es una de mis novelas favoritas, y aunque me gustan las lecturas estacionales, creo que merece la pena realizar un acercamiento al libro al menos una vez en la vida, aunque no sea necesariamente durante Halloween o más conocida, spooky season.
Es una lectura con una gran carga filosófica y que transita
por el lado más perturbador del alma humana. Porque, aunque la idea de un monstruo
asesino que anda suelto pueda parecer el eje del terror, lo que realmente inquieta
es el dolor de la criatura, y todas las emociones negativas que convergen en
él, como la soledad, el abandono y el rechazo. Para mí, el verdadero horror no
está en los actos violentos, sino en el vacío emocional que los provoca.
Para entender ese vacío hay que saber que la
soledad acompaña las novelas de la autora. La película Mary Shelley,
protagonizada por Elle Fanning, retrata con sensibilidad esa juventud
turbulenta. Una de las frases que más me impactó del film es “Nací para ser
abandonada”. Estas palabras surgen cuando Percy se revela como un hombre infiel
del que no te puedes fiar. Antes, Mary ya se había enfrentado a la orfandad
materna y, más tarde, a la desgarradora pérdida de tres hijos. Esa sensación de
soledad, provocada por la muerte de sus seres queridos, se manifiesta
intensamente en la obra de la autora. El abandono y la muerte parecen
entrelazarse, y este trágico binomio se erige como el motor principal de sus
novelas. Al igual que en Frankenstein, donde encontramos a una criatura
abandonada por su creador, cuyo dolor lo impulsa al asesinato, en Mathilda nos
topamos nuevamente con una hija marcada por la pérdida del padre. Esta ausencia
la arrastra a una caída emocional abismal, un descenso que recuerda a las
profundidades del infierno dantesco. Incluso Dante es mencionado en más de una
ocasión en la novela. Aunque el incesto es abordado de manera directa, no
constituye el tema central de la obra. Sin embargo, su presencia proporciona
una gran complejidad a la trama, como suele ocurrir con este tipo de historias.
Queda una semana para que Netflix estrene la adaptación de Guillermo del Toro, con Jacob Elordi interpretando al monstruo, y aunque sé que será una reinterpretación y el director se tomará muchas libertades, ya tengo ganas de que llegue el día de estreno.

De Mary Shelley solo he leído Frankenstein y me pareció una novela preciosa. El monstruo no nace así, se hace ante el abandono de su creador. No sé si la autora era creyente, pero ante las desgracias de su vida pudo sentirse abandonada por Dios y escribir la novela como una forma de manifestar lo que sentía. Dios crea al hombre, lo hace a su imagen y semejanza, es decir, consciente, pero se olvida de hacerle inmortal. Y esa consciencia de la mortalidad es la gran tragedia humana. Es mejor no crear nada si no te vas a ocupar de que tus criaturas sean felices.
ResponderEliminarUn beso.
A mí me sorprendió mucho Frankenstein cuando la leí, me esperaba otra cosa y encontré una historia muy profunda y filosófica. Si alguna vez lees Mathilda a ver qué te parece, creo que merece la pena. Y la película también la recomiendo, aclara muchos aspectos y se entienden muchas cosas de Frankenstein. Un besito
Eliminar¡Hola, María!
ResponderEliminarMe has hecho sonreír con ese cariño tan genuino que le tienes a Frankenstein. Me encanta cómo desmontas el mito del "monstruo asesino" para centrarnos en el verdadero terror: ese vacío que nace del abandono. La criatura no es el villano; es el espejo roto de nuestra propia capacidad para herir con la indiferencia. Esa frase de la peli, “Nací para ser abandonada”, se me clava como una espina. Entiendo perfectamente por qué la soledad es el hilo rojo de sus obras: la orfandad, las pérdidas de sus hijos, Percy... Todo eso se filtra en cada página como una niebla que no se disipa. Sobre la adaptación de Del Toro, Jacob Elordi como la criatura promete ser un torbellino de sensibilidad y rabia. Sé que será una reinvención, pero con Guillermo al mando, seguro que captura esa melancolía que tanto amas. Si me da tiempo la veré en el cine ya que está en cartelera en algunas salas seleccionadas. Sino habrá que esperar a Netflix. Me alegro de que hayas dado continuidad al blog tras tu reaparición :).
Estupenda entrada.
Besos.
Hola Miguel, creo que la historia tiene muchas capas, y bastantes otras de las que no he hablado porque sino me quedará un texto larguísimo. Jacob Elordi seguro que está espectacular, lo descubrí en Euphoria y ya ahí se notaba que era un gran actor. Y en cuanto a Guillermo del Toro, no tengo dudas de que ha hecho una maravilla. Eso espero porque tengo las expectativas altas :) En Barcelona ahora está en cinco cines, pero me esperaré al próximo fin de semana y ya la veré en Netflix. Espero tu opinión, a ver qué te parece!! Un besito!!
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ResponderEliminarAcabo de terminar el libro … se me ha hecho soporífero y aburrido… he acabado decepcionada
ResponderEliminarVaya, pues nada, a otra cosa
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