DATOS DEL LIBRO
Título: Fuimos canciones
Editorial: SUMA
Autor: Elisabet Benavent
Nº de páginas: 534
Género: Romántica
ISBN: 9788491292586
Sinopsis.
Macarena vive
en Madrid y es asistente de una influencer de moda.
Macarena
disfruta la vida a sorbos e intenta ser feliz.
Macarena tiene
dos amigas: Adriana y Jimena.
Macarena guarda
un secreto que deletrea a escondidas.
Ese secreto
tiene tres letras: L-E-O.
Macarena no
sabe que Leo está en Madrid.
Macarena teme,
Macarena sueña, Macarena ama, Macarena vuela...
Y en este juego
del destino intenta aceptar que lo que fuimos no puede ser lo que seremos...
¿O quizás sí?
Porque a veces
lo que fuimos da sentido a lo que de verdad somos.
Opinión personal.
Siempre me ha costado catalogar las novelas de Elisabet Benavent
dentro del género romántico, pero es ahí donde se encuentran en las librerías. Aun
así, las veo mucho más cercanas a Sexo en Nueva York que a historias puramente románticas.
Quizás el género más correcto para definirlas sea chick lit, como lo sería El
diario de Bridget Jones o las novelas de Shopie Kinsella, y no romántica,
aunque últimamente tengo un terrible problema para discernir de una manera limpia
los géneros, ya que tengo la sensación de que todos acaban mezclados. Hace tiempo
subí una foto a Instagram dónde planteaba: ¿Diario de una ninfómana, 50 Sombras
de Grey y Las edades de Lulú se pueden comparar? Sinceramente espero que no, aunque
sea por el gran respeto que profeso a Almudena Grandes. Lo que quiero decir es
que parecen sacadas de tres géneros diferentes, dejando de lado la diferencia
de calidad entre cada una de ellas, la cual no voy a comentar ahora. No me
quiero desviar del tema, otro día hablaré de los géneros y calidades/
decepciones.
Me resistí mucho a leer a Elisabet Benavent, porque la novela romántica
no está entre mis géneros preferidos. No me gusta demasiado leer sobre amores
incondicionales, y personajes que dedican su existencia a sufrir por amor, pero
me llevé una sorpresa cuando me enganché enseguida a Los zapatos de Valeria. Y
vuelvo a insistir, quizás porque no son historias románticas convencionales,
sino que suelen tratar sobre un grupo de amigas jóvenes y solteras y sus
problemas (del primer mundo). Imagino que después del fenómeno Beta Coqueta (el
alter ego de Elisabet Benavent) casi todo el mundo habrá oído hablar de ella.
Sus historias, como he dicho, se basan en la vida diaria de un grupo de amigas,
con sus problemas laborales, sociales, familiares y amorosos, y además poseen
bastante contenido sexual, aunque tampoco las llamaría novelas eróticas. Entonces,
¿qué es lo que Elisabet Benavent ofrece en sus historias? Pues siempre lo he
tenido claro: remueve sentimientos y hace que te sientas identificada en algún momento.
Desde mi punto de vista, los problemas planteados son bastante reales en la
sociedad, esos momentos de bar que Elisabet Benavent describe, las
conversaciones entre amigas, divorcios antes de los treinta, el cómo te sientes
tras una infidelidad, los ligues que hacen que te plantees qué estás haciendo
con tu vida, y a menudo, esa madre preocupada porque sales mucho y que ha visto
“al vecino de tu primo” y le ha dicho que el otro día te vio emborracharte con
un chico y te pregunta ¿quién es? ¿es tu novio?
Estoy poniendo ejemplos, pero lo que quiero decir es que Elisabet
Benavent recrea demasiado bien la sociedad treintañera.
Después de la saga Valeria lo leí prácticamente todo de la autora,
y todo me gustó, excepto la biología de Sofía, donde los personajes me
parecieron tristes, inseguros y tan poco dispuestos a decidirse que te agotan.
Fuimos canciones es la primera parte de una biología, el 6 de mayo
saldrá a la venta el desenlace (Seremos recuerdos). Esto es un buen trabajo de márqueting
y lo demás son tonterías.
La historia se centra en Macarena, una chica absolutamente normal
que trabaja como asistente de una influencer de moda, Pipa, una especie de
Dulceida repelente (por cierto, Dulceida es de Badalona). Macarena no está muy
conforme con su vida, y su jefa es un auténtico ogro, pero de momento, no se
siente valiente para cambiar su vida. Además, mantiene una relación informal
con Coque, uno de esos ligues desastrosos de los que hablaba antes. De repente,
un día se reencuentra con Leo, su exnovio, a quien conoce de toda la vida
porque era el mejor amigo de su hermano. Y aquí empieza el tira y afloja.
Por otro lado, están sus amigas, Adriana y Jimena, cada una con
sus propios problemas y traumas. Una, obsesionada con la muerte del novio de su
adolescencia y otra, casada desde hace mucho tiempo con un hombre que ya no le
genera ningún tipo de pasión.
Esta novela me ha parecido diferente a las demás, y mientras leía
no sabía muy bien qué la diferenciaba. Ahora pienso que, mientras en las otras
novelas las protagonistas van madurando y convirtiéndose en adultas a medida
que la historia avanza, en esta las tres ya han crecido y empiezan la historia con
un grado de responsabilidad. También me han parecido el grupo de amigas más
inocente de todos, o quizás las más buenas, o buenazas, las menos malas.
En esta novela también se toca el tema de la homosexualidad a través
de cuatro personajes diferentes (unos con más peso que otros), y es la primera
vez que Elisabet Benavent introduce este tema en sus historias. Y la verdad,
que una de ellas me ha parecido genial.
Otro aspecto que me ha gustado es que cada capítulo tiene el
nombre de una canción. Aunque no me sorprende, porque en todas sus novelas hay
mucho contenido musical. El marido de la autora es Oscar Martínez, locutor de
los 40 principales, así que imagino que ambos deben tener bastante cultura
musical.
Otra característica de las novelas de la autora es que en casi
todas, Madrid es un personaje más. El otro día leí una reseña sobre esta novela
en el blog de Sara Lectora, y decía que ojalá saliera una “guía coqueta”, un
recorrido por el Madrid de Elisabet Benavent, de igual manera que en nueva York
existe el tour Sexo en Nueva York, el cual puedes hacer por libre o con guía, y
pensé que sería una idea genial. Yo hice el de Nueva York y me gustó muchísimo
ver en persona los rincones.
Y como nada puede ser perfecto siempre, voy a nombrar un pero. Lo que
no me gusta de las novelas de Elisabet Benavent son los capítulos narrados por
el personaje masculino protagonista (las novelas siempre están narradas en
primera persona). Y lo que no me gusta de estos capítulos, que no suelen ser
muchos, es la poca credibilidad pese al esfuerzo de la escritora. Yo siempre
escribo historias donde los protagonistas son mujeres, y lo hago únicamente
porque creo que los hombres y las mujeres tienen mentalidades diferentes en
muchos temas. No me siento segura entrando en la mente de un hombre (no sé cómo
habrá sonado esto). Un ejemplo muy claro: en uno de los capítulos del libro,
Leo dice que Macarena lleva un vestido vaporoso que le sienta muy bien. Vamos a
ver, ningún hombre va a decir nunca “lleva un vestido vaporoso”, o eso creo yo,
vamos. Ni siquiera yo sé muy bien qué es un vestido vaporoso, y eso que me
gusta la ropa.
En general la novela me ha gustado mucho, me ha entretenido y enganchado,
aunque creo que a veces la historia se alarga demasiado, especialmente la de la
protagonista, Macarena. Las historias de las dos amigas, Adriana y Jimena, las
he encontrado perfectas.
Por cierto, me hice una foto con la autora el día de Sant Jordi y
me firmó el libro.
Y para acabar, ya que he nombrado el día de Sant Jordi, os enseño mis adquisiciones del día (cuatro de las cinco), aunque falta mi rosa en la foto. El quinto libro es Morder la manzana, de Leticia Dolera.
Ahora estoy leyendo La flor púrpura, de Chimamanda Ngozi Adichie, y de momento me está encantando .