miércoles, 5 de enero de 2022

El baile de las locas - Victoria Mas

 


Título: El baile de las locas

Editorial: Salamandra

Páginas: 235

 

“Lo tenía decidido: ayudaría a Eugénie. Del mismo modo que Eugénie la había ayudado a ella”

 


Descubrí El baile de las locas (premio Renaudot des Lycéens) hace varios meses, en el espacio Ahora Qué Leo de laSexta. Recuerdo apuntar el libro en mi lista de pendientes, mi eterna e inacabable lista de pendientes, pero ahí permaneció durante mucho tiempo.

Hace unas semanas leí un par de reseñas muy positivas de la novela, y entonces me acordé de ella y de lo mucho que me había llamado la atención tiempo atrás. Fue cuando, por fin, compré el libro.

Mi conclusión tras la lectura: ¿por qué no había leído antes esta maravilla de historia?

A veces leo una novela y me gusta. Otras, leo una novela y me gusta mucho. Y otras, leo una novela y me invade una profunda admiración porque pienso que es la historia que me habría gustado escribir a mí.

Todo en este libro me ha cautivado: la narración apasionada, lo gráfica que resulta la prosa, el argumento tan crítico, el conflicto, las subtramas, la evolución de los personajes, y, sobre todo, Genviève.  




El baile de las locas, de Victoria Mas, nos traslada a la vida en el hospital psiquiátrico La Salpêtrière, durante los años 1885 y 1890. La historia nos conduce hacia un evento popular de la época: la fiesta anual que se celebra en marzo con motivo de la Media cuaresma. Ésta, consiste en que los hombres burgueses acudan al mencionado hospital para divertirse mientras ven expuestas y disfrazadas a las mujeres que allí residen. En otras palabras: un espectáculo patriarcal.

Pero la novela también habla del abuso que sufrían estas mujeres al ser sometidas a una medicina todavía experimental, del maltrato médico liderado por el profesor Charcot, de cómo la sociedad se deshacía de las mujeres que sufrían enfermedades mentales o cómo los padres y hermanos internaban a sus hijas y hermanas que “sobraban” por motivos diversos como, por ejemplo, tener demasiadas opiniones propias o avergonzarse de éstas por haber sido v.oladas (nota: recurro a la puntuación que se utiliza en Instagram porque no sé si blogspot censura, al igual que hace la app que menciono, ciertas palabras).

Y si aún concretamos un poco más, la novela nos habla de dos mujeres. La primera es Eugénie, una joven burguesa, a la que su padre interna en el hospital debido a sus ideales no convencionales. La segunda es Genviève, la enfermera pragmática y juiciosa de La Salpêtrière. Con Genviève, también comprendemos que las cosas no funcionan bien para las mujeres de la época, ya que ésta, con elevada experiencia médica durante años, ejerciendo como tal, y siendo la mano derecha de Charcot, no puede aspirar más que al título de enfermera (sin intención de ofender a enfermeros y enfermeras que puedan leerme).


                                                                    Jean-Martin Charcot

Estos dos personajes, Eugénie y Genviève, colocados en bandos opuestos del hospital, vivirán una aproximación emocional, lo cual será el eje de la historia y en la novela tendrá más peso que el propio baile. La torrencial y apasionada Eugénie y la científica Genviève, aprenderán una de la otra sobre cómo afrontar la vida, y se creará una conexión especial que las llevará a ayudarse mutuamente, ya que cada una de ellas tiene algo que puede ofrecer a la otra. Lo que se inicia como un mero interés personal, concluye en una conexión basada en la sororidad. Y hasta aquí puedo contar.

¡Hay tantas cosas en esta novela que me han fascinado! Destaco también la responsabilidad de la autora en cuanto a documentación. Hablar de Jean-Martin Charcot, de la fiesta y de la sociedad de la época, requiere un estudio exhaustivo y sin duda, la autora ha realizado un trabajo brillante. Los detalles históricos que se narran en la novela son verídicos: el Hospital de la Pitié-Salpêtrière como centro psiquiátrico, la fiesta anual, el encierro de mujeres que no sufrían enfermedades mentales, las terribles prácticas experimentales, la carrera médica de Charcot, pionero en la hipnosis.

También quiero destacar el trabajo que la autora ha realizado perfilando a las dos protagonistas, cómo se ha valido de recursos literarios para su creación y cómo ha encauzado la evolución de ambas, en especial la de Genviève.  


                                                        Hospital de la Pitié-Salpêtrière en la actualidad

Como podéis comprobar, he disfrutado muchísimo de esta lectura. Sin duda ha sido mi libro preferido del año junto con Los girasoles ciegos, y por eso recomiendo que os adentréis en las páginas de esta novela y conozcáis la historia de La Salpêtrière.

 

 

La película

 



Tras terminar el libro pude encontrar la película en Prime Vídeo. Es una adaptación muy bien lograda y está dirigida por Mélanie Laurent, quien asume doble trabajo esta vez, ya que, además de colocarse tras la cámara, también interpreta el papel de Genviève. Con este proyecto, la artista se convierte en una de mis referentes cinematográficas.

Antes he comentado que la prosa de novela resulta sumamente gráfica. En relación a esto, Mélanie Laurent respeta al detalle la esencia de la novela, de manera que las escenas transcendentes están filmadas tal cual se describen en el libro.

Por todo esto, también recomiendo ver la película.




 

Victoria Mas



La autora, Victoria Mas (Le Chesnay, Yvelines, 1987), es filóloga con máster en Letras Modernas en la Sorbona. Su vida profesional ha estado vinculada al cine y es hija de la cantante Jeanne Mas.

Bal des folles (2019) es su primera novela.

lunes, 20 de septiembre de 2021

Carta de una desconocida

EDITORIAL: Narrativa del Acantilado, 21

TITULO: Carta de una desconocida

AUTOR: Stefan Zweig

TRADUCTOR: Berta Conill

ISBN: 978-84-95359-47-6

PÁGINAS: 72

 <<Sólo quiero hablar contigo, decírtelo todo por primera vez. Tendrías que conocer toda mi vida, que siempre fue la tuya, aunque nunca lo supiste. Pero sólo tú conocerás mi secreto, cuando esté muerta y ya no tengas que darme una respuesta; cuando esto que ahora me sacude con escalofríos sea de verdad el final. En el caso de que siguiera viviendo, rompería esta carta y continuaría en silencio, igual que siempre. Si sostienes esta carta en tus manos, sabrás que una muerta te está explicando aquí su vida, una vida que fue siempre la tuya desde la primera hasta la última hora>>.

R., un famoso escritor, regresa a Viena después de pasar unos días en la montaña. Al llegar a casa, su mayordomo le entrega una misteriosa carta de veinticinco páginas redactadas por una mujer que no conoce. O eso es lo que él cree. Precisamente, este resulta ser el eje de la novela, porque ¿Cómo puede alguien olvidar el rostro de una persona que ha permanecido tan cerca en diversas ocasiones?  

<<Mi hijo murió ayer. Durante tres días y tres noches he tenido que luchar con la muerte que rondaba a esa pequeña y frágil vida. Permanecí sentada al lado de su cama cuarenta horas, mientras la gripe agitaba su pobre cuerpo ardiente.>>

Así empieza la carta de la mujer desconocida. A lo largo de las páginas, ella le relata los años de invisibilidad sufridos a causa su indiferencia. A medio camino entre el reproche y una declaración de amor casi obsesiva, ella le revela cómo se conocieron, cuando era una adolescente tímida que vivía en su mismo rellano, en su mismo edificio, y cómo después, de adulta, ya viviendo en otro lugar, lo buscó y, todavía enamorada, forzó varios encuentros. Pero él no consiguió reconocerla cada vez que coincidían. Lo que sí mostró fue interés por su juventud y su apariencia atractiva, lo cual lo llevó a desplegar toda su amabilidad de mujeriego, pero sin llegar a diferenciarla del resto de sus esporádicas conquistas.

<<No me reconociste, ni entonces, ni en ningún otro momento, nunca me has reconocido. ¿Cómo te puedo describir la decepción de aquel instante? Por primea vez fui consciente de estar predestinada a que no me reconocieras durante toda mi vida, esa vida con la que ahora estoy acabando; desconocida para ti, aún no sabes quién soy.>>

 Sin duda lo que destaco de esta novela es el estilo bello y poético que tiene el autor. La capacidad de recrear el desconsuelo y la devoción de la mujer desconocida (nunca llega a revelarle su nombre) y plasmar un amor capaz de perdurar en el tiempo. Aunque más que amor, lo considero una obsesión, y por este motivo me ha causado algo de rabia que la mujer lo abandonase todo cada vez que él le ofrecía una hora de su tiempo. Pero entiendo que aquí reside la esencia de la novela y precisamente lo que el autor pretendía transmitir: con qué indiferencia vive quien lo tiene todo sin plantearse el daño que genera a quien todo lo puede perder.

<<Porque a ti, ciertamente, sólo te gustan las cosas fáciles, juguetonas, nada pesadas, tienes miedo de inmiscuirte en un destino ajeno. Lo que quieres es entregarte a todos, al mundo, no quieres ninguna víctima>>.

Este ha sido mi primer acercamiento a Stefan Zweig y sin duda, planeo seguir adentrándome en su obra. No tengo ni idea de cuál será el siguiente libro, pero estoy segura de que me compraré tres o cuatro para tenerlos de reserva. Como mucho, puedo sufrir un empacho de Zweig. Pero escribe de un modo tan dulce y bonito que ahora mismo me parece difícil que esto ocurra.


martes, 14 de septiembre de 2021

La leyenda del jinete sin cabeza - Reseña

 

A estas alturas casi todo el mundo conoce La leyenda de Sleepy Hollow o La leyenda del jinete sin cabeza. Parte de la fama es gracias a la película de 1999 dirigida por Tim Burton y protagonizada por Johnny Depp.

Tras ver la película en mi adolescencia, quedé obsesionada por todo lo místico que envuelve la historia. Aun así, no ha sido hasta ahora que he decidido leer el libro. El relato, considerado de terror,  fue escrito por Washington Irving en 1820 y publicado en su colección de cuentos The Sketch Book of Geoffrey Crayon.

La historia nos habla de un antiguo soldado hesiano que perdió la cabeza a causa de un disparo durante la Guerra de Independencia de los Estados Unidos. Su fantasma decapitado vaga por las noches a lomo de su caballo, tratando de recuperar su cabeza perdida.

Está ambienta en el valle Sleepy Hollow, un asentamiento neerlandés, y llamado así por la sensación de sopor que produce a causa del ambiente tupido de la niebla, y tiene como protagonista a Ichabod Crane, el refinado y asustadizo profesor de la escuela.

La trama se desencadena cuando Crane acude una noche a la fiesta que Baltus Van Tassel, un granjero rico de Sleepy Hollow, organiza en su mansión. Allí se encuentra su hija, Katrina: guapa, rica pero también caprichosa. Ichabod, enamorado de ella, decide declararle su amor esa misma noche. Pero en la fiesta se encuentra Abraham "Brom Bones" Van Brunt (así todo seguido, cuesta un poco de pronunciar), un rudo y experto jinete que también está enamorado de Katrina. Por este motivo, toma a Ichabod como enemigo. Con el fin de ridiculizarlo y alejarlo de Katrina y la esfera popular, Brom y sus “amigotes” aldeanos asustan al ingenuo Ichabod con leyendas que circulan por Sleepy Hollow. La de El jinete sin cabeza es la que obtiene mayor efecto en el siempre asustadizo profesor. Y hasta aquí puedo contar sin hacer spoiler, ya que la acción y lo importante de la trama se desencadena justo después…


Lo cierto es que ahora, tras haber dejado reposar unos días la historia en mi mente, debo decir que me decanto por una valoración negativa. A me veces ocurre, cuando no tengo claro si una obra me ha gustado o no, el paso de los días me acaba posicionando. 

Merece la pena destacar la ambientación. El lugar es fantástico, misterioso, lleno de niebla, oscuridad, tenebrosidad, leyendas y supersticiones. También la originalidad de que un fantasma decapitado merodee a caballo por las noches. Pero la historia no llega ni a relato. Más bien se queda en lo anecdótico, ya que, excluyendo las descripciones tipo inventario de los personajes, se centra en lo sucedido la noche de la fiesta en casa de Baltus Van Tassel. Para ser calificado como terror, el miedo que genera es prácticamente nulo. Y no solo esto, a mí no me ha suscitado la más mínima tensión. Para colmo, El jinete sin cabeza tiene un protagonismo bastante escaso. Me he quedado con ganas de mucho más.



Tampoco me ha caído especialmente bien el personaje de Ichabod Crane, aprensivo, muy miedoso, pero a la vez engreído porque considera que sus conocimientos y su sabiduría lo convierten en alguien superior a los hombres rudos del pueblo. Por no mencionar lo zalamero y pesado que resulta con las mujeres. Llega a admitir que su estrategia para ligar es hacerse pasar por un cotilla para ser aceptado por ellas, caerles en gracia y que así lo inviten a sus reuniones.

Dicho esto, la película de Tim Burton me parece infinitamente mejor que el relato de Washington Irving.

Aun así, como ya he dicho antes, me sigue fascinando lo místico de la historia, y tras investigar, he descubierto algunas curiosidades:

·        En el siglo XVIII los soldados hesianos fueron mercenarios alemanes contratados por el gobierno británico y destinados al servicio paramilitar. Parece ser, que a Inglaterra le resultaba más económico contratar los servicios de soldados alemanes que destinar dinero a ampliar el propio ejército. En la Guerra de la independencia, lucharon unos 30.000 soldados Hesianos para los británicos. Como muchos de ellos eran reclutados a la fuerza por el gobierno o su servicio solo tenía interés monetario (vamos, que les daba igual luchar por un bando que por otro mientras les pagasen), cuando los soldados americanos los apresaban, en lugar de matarlos les daban la oportunidad de cambiar de bando y combatir entonces por América. La oferta incluía veinte hectáreas de tierra al terminar la guerra, con la obvia posibilidad de asentarse en ese nuevo país. Y ellos aceptaban, claro.

 

·        Jonathan Crane, el supervillano enemigo de Batman guarda una gran semejanza con el personaje Ichabod Crane. Ambos son estudiosos y cultos, y comparten una apariencia larguirucha. Además, Jonathan Crane, una vez convertido en Espantapájaros se vale de toxinas para expandir el miedo en sus víctimas. Este miedo es normalmente ilusorio, por lo que recuerda a la leyenda de El jinete sin cabeza, ya que el fantasma tiene su raíz en los cuentos que se transmiten entre los aldeanos de Sleepy Hollow.

 

·        La historia tiene un final abierto que da pie a diversas interpretaciones.

 

·        El lugar existe. Sleepy Hollow es una villa situada en Mount Pleasant, a unos 50 km al norte de Manhattan. Se puede visitar la iglesia Old Dutch Church, la cual aparece en el relato de Washington Irving. También se encentra el cementerio de Sleepy Hollow, donde está enterrado el autor.

 

                                                                        La imagen está sacada de Google

A veces empatizamos más con una historia y otras menos. En mi caso, me siento más atraída por todo lo que envuelve la leyenda, ya sea la película, el lugar físico o la fábula de un jinete decapitado que busca su cabeza siglo tras siglo, que por la obra en sí. Parte de mi decepción viene de lo mucho que esperaba de la lectura. Aun así, no descarto seguir leyendo a Washington Irving. Quizás con menos expectativas disfrute más otro de sus relatos.

Si alguien me pregunta si recomiendo leer o no La leyenda de Sleepy Hollow, diré que sí, que merece la pena. Apenas tiene 70 páginas con letra grande. Pero también diría que mejor lo busque en la biblioteca, o adquiera el libro con el resto de relatos del autor. Tengo la impresión de que, leyendo el conjunto de relatos, ahora tendría la sensación de haberme adentrado en una lectura más completa.

martes, 7 de septiembre de 2021

37 años sin Truman Capote

 

El pasado 25 de agosto se cumplieron 37 años de la muerte de Truman Capote.
Siempre he dicho que al leer A sangre fría supe lo que significa ser una gran obra. Es verdad que anteriormente había leído otras novelas y algunos clásicos que me habían entusiasmado, pero con Truman Capote detecté lo que encarna al magnífico escritor.

Quizás fue la primera vez que leía fijándome en los destalles, pero fui consciente del retrato que Capote creaba de los personajes sin la necesidad de una descripción superficial. Porque, en realidad, este es el reto del buen escritor, describir sin parecer que lo haces, expresar lo máximo recurriendo al menor número de palabras posibles.  En ese sentido, Capote me marcó como lectora y supuso un antes y un después para mí y mis preferencias literarias. Con él empecé a leer vigilando las palabras, su estilo. Por esto, creo que A sangre fría es un libro que todo aquel que pretenda dedicarse a la escritura debería analizar.




Después de A sangre fría, leí Desayuno en Tiffany’s, otro de sus grandes clásicos. No me gustó tanto, la verdad, pero tal vez mi opinión al respecto no sea del todo válida ya que está condicionada por la admiración que siento hacia la película de Audrey Hepburn. Y claro, no es lo mismo.

 


Hace unos días, publiqué una entrada en Instagram sobre Truman Capote en la que hablaba del aniversario de su muerte. También añadí un carrusel de fotos que incluía curiosidades sobre su vida. He pensado que recuperar esta información y compartirla por aquí podría ser una buena manera de retomar la asiduidad en el blog.

Como conclusión, solo puedo decir que si no habéis leído a este magnífico escritor le deis una oportunidad. Sin duda, la merece.


 


  • Truman Capote nació el 30 de septiembre del 1924, en Nueva Orleans. 
  • Su nombre era Truman Streckfus Persons, el apellido Capote lo adoptó después, cuando su madre contrajo matrimonio con el empresario Joseph García Capote.
  • Tras el divorcio de sus padres, Truman vivió en Alabama hasta 1942, escenario que le inspiró para algunas de sus obras.
  • En esta época forjó una estrecha amistad con Harper Lee, la futura autora de Matar a un ruiseñor.
  • Después, la familia Capote se mudó a Nueva York, donde Truman empezó a trabajar para el periódico The New Yorker, a los diecisiete años.
  • Su carrera como escritor se inició en 1948 con “Otras voces, otros ámbitos” un libro que encajaba con el género gótico sureño. 
  • En 1958 se publicó Desayuno en Tiffany’s, que más tarde se llevaría al cine con Audrey Hepburn como protagonista principal.
  • En 1966, Truman Capote escribió A sangre fría, una novela que unía el periodismo con la literatura y que enseguida alcanzó el éxito y se colocó en el top de los más vendidos. 
  • A sangre fría narra el crimen de la familia Clutter, un suceso real ocurrido en Holcomb, Kansas, en 1959.
  • No es ningún secreto que el autor era asiduo a las fiestas y amigo de diversas estrellas de Hollywood, artistas y diseñadores entre otros famosos. 
  • El 28 de noviembre de 1966 se celebró la “Black and White Ball', una fiesta de máscaras (casi podría considerarse la fiesta de las fiestas) que el escritor organizó en el Hotel Plaza de Nueva York y que reunió a la élite social de la época. 


  • Capote falleció el 25 de agosto de 1984 en Los Angeles, a los 59 años de edad. 
  • Su cuerpo tiene sepultura en el Cementerio Westwood Village Memorial Park.
  • En “Música para camaleones” se retrató así mismo con la célebre frase: “Soy alcohólico. Soy drogadicto. Soy homosexual. Soy un genio”.


domingo, 5 de septiembre de 2021

Estoy de vuelta

 


Hola a tod@s. 

Han pasado dos años desde que publiqué la última entrada en este blog. Dicho así es mucho tiempo, aunque a mí me ha parecido poco. Quizás es que nunca he llegado a desvincularme del todo, de vez en cuando os he ido leyendo y siempre he sabido que terminaría retomando esto de ser blogger :)

En este tiempo han sucedido muchas cosas, pandemia incluida. Espero que todos vosotros y vuestras familias os encontréis bien y que, si os habéis llegado a contagiar en algún momento, no haya sido de gravedad. 

Por suerte, en mi familia no ha habido casos de covid, y todo este tiempo he trabajado desde casa. Así que puedo decir que estos meses he estado bien. 

Pero no todo se ha centrado en el covid, el confinamiento y el teletrabajo, en mi caso también ha habido alguna novedad. El pasado 9 de julio nació Ian, un niño muy grande, tranquilo y dormilón, para compensar con el terremoto de su hermana. 

Os dejo una foto para presentaros a este niño que pesó 4,600 kilos (tened en cuenta que yo no soy precisamente alta, ni grande, así que es toda una proeza, os lo aseguro ja, ja, ja).



Tener dos hijos pequeños (Claudia cumplirá dos años el próximo miércoles) es agotador. Quienes sois padres o madres sabéis de qué hablo. Así que ahora mi tiempo está más limitado que nunca. Vivo en un estado de prisas y parones, pero que, sin duda, merece la pena. Últimamente he aprendido a centrar mi atención en cada momento, también a situarme, a priorizar, a que no me importen las ojeras, y a mejorar mi capacidad de organización. Tengo la sensación de que cada vez la vida va más deprisa y de que vivo en algo parecido a ese capítulo de Doctor Who en el que no puedes pestañear. La diferencia es que yo no veo ángeles de piedra que se me acercan cuando pestañeo, sino que me doy cuenta de lo rápido que pasa el tiempo cada vez que cierro los ojos. Y la verdad es que ojalá no pestañear para no perderse nada.


En fin, hace tiempo que tenía ganas de volver a mi blog, a este espacio tan mío en el que puedo comentar con vosotros todos los temas que tenemos en común. 

¡Un beso enorme! 

Ahora sí, ¡estamos en contacto!



jueves, 26 de septiembre de 2019

Una entrada diferente





Feliz jueves a todos.



Espero que hayáis tenido un gran verano y que hayáis podido disfrutarlo y desconectar de la rutina.

Como he indicado en el título, ésta va a ser una entrada distinta a todas las anteriores. No voy a reseñar El Principito (aunque a veces piense que podría reflexionar durante horas sobre este cuento infantil).

Esta entrada es para deciros que no me queda más remedio que despedirme unos meses. Solo será una ausencia temporal, y como siempre digo cuando hago un parón, de vez en cuando me iré pasando por vuestros blogs.

El motivo de mi descanso es la falta de tiempo, cómo no, y el por qué necesito un par o tres meses de ausencia no es el libro de El Principito, sino los pies que aparecen en la foto.

Algunos de vosotros ya lo sabéis, pero para los que no os tengo en redes sociales, el pasado 8 de septiembre fui madre. Durante el verano y gran parte del embarazo pensé que en los momentos en los que el bebé durmiera podría escribir, leer y dedicarme al blog. Casi todos los que me leéis sois padres/ madres, así que no hace falta que me digáis que mis planes eran demasiado optimistas (lo he aprendido solita ja,ja,ja).

Aunque no vaya a escribir entradas durante unos meses, tengo varias reseñas guardadas que publicaré a la vuelta. Estas semanas de verano he descubierto a nuevos autores de los que tengo ganas de hablar, y también he escrito alguna que otra reflexión. Como agosto lo he pasado de baja y poco podía hacer estando embarazada de ocho meses, he leído muchísimo (8 libros en julio y 15 en agosto, un récord que jamás batiré).

Instagram es mucho más fácil de gestionar, es más rápido que el blog por motivos de calidad y dedicación. Las reseñas allí no son tan extensas, así que en IG sí seguiré activa.

Hace un tiempo David Rubio escribió un relato en el que el protagonista, a punto de ser padre, debate con su mujer sobre la futura habitación del bebé. Él no quiere deshacerse de los queridos cómics, pero el bebé necesita una habitación, ¿no? Cuando lo leí me sentí muy identificada, porque por entonces yo también había entrado ese dilema. ¿Qué hago con mis libros, mi escritorio, mis fricadas? Al final mi rinconcito se ha mantenido intacto, y la habitación se ha montado en otro sitio, pero esa es otra historia. En ese sentido, he tenido más suerte que el protagonista del relato de David.

Hasta aquí mi entrada diferente, nos vemos a la vuelta, aunque como he dicho, me iré pasando por vuestros blogs de vez en cuando porque me gusta leer vuestros relatos y  recomendaciones, traten de libros, cine, reflexiones, recetas de cocina o maquillaje.



Y para terminar, no puedo despedirme sin presentaros a Claudia.




¡¡Un besazo a todos!!

lunes, 10 de junio de 2019

Club de lectura


Feliz lunes a todos.
La entrada de hoy es un poco diferente, ya que voy a hablar de un club de lectura en el que he empezado a participar. En realidad, me he apuntado a dos, pero el segundo no lo he empezado todavía.
Siempre he imaginado los clubes de lectura de un modo muy peliculero. En mi imaginación tenían formato de película americana. Es decir, unas cuantas señoras sentadas en círculo, comiendo pastitas acompañadas de café aguado mientras hablan de Jane Austen o Daniel Steel. Sospechaba que esto solo estaba en mi mente, y quise decidirme a probar.
Asistí por primera vez el sábado pasado, por la mañana, y me sorprendió la variedad de personas que acudieron. La verdad es que también hubo pastitas, pero porque era el cumpleaños de una de las organizadoras y quiso ser detallista.
Este club se celebra cada dos semanas, y lo que tiene de diferente es que no se habla de un libro previamente estipulado, sino que cada uno de los participantes recomienda una lectura a los demás. La que le apetezca. Puede ser un libro que acaba de leer, un libro que leyó hace años y le marcó, un libro que para nada recomienda. Es tema libre. El resto de participantes opina: si lo ha leído o no, o que le parece en general el autor, si no lo conocía y le ha llamado la atención.
Reconozco que asistí un poco con la intención de probar. Pensé que si no me gustaba se solucionaba con no volver. Y la verdad es que me lo pasé bien, me gustó la variedad de novelas que se recomendaron en cuanto a género y los temas que surgieron.
Respecto a libros recomendados, el primero me sorprendió porque fue La biblioteca en llamas, de Susan Orlean. Hace poco lo reseñé en una de mis entradas. Era un libro que había recibido por la colaboración de Bookish. Ya os expliqué que, aunque a simple vista no me gustó la portada por lo estridente, y la sinopsis de la contraportada me pareció demasiado extraña, después su lectura me sorprendió para bien. A la chica del club de lectura le había gustado también, lo había cogido de la biblioteca y estaba encantada con la lectura. Ella, a diferencia de mí, se había sentido atraída por la portada, y al ojearlo sintió curiosidad.
Después, me gustó que el resto de asistentes sintiera interés por el libro. Creo que de verdad merece la pena leerlo.
Inmediatamente se habló de ciencia ficción, haciendo hincapié en Ursula K. L Guin y La Rueda Celeste. Este libro también lo he leído, y la autora, para mí, está en el top de escritores de ciencia ficción junto con Ray Bradbury e Isaac Asimov. Como inciso, diré que he tenido mis ciclos lectores. Durante una época sólo leía novela histórica, y así estuve unos dos o tres años. Antes de esto, me había sumergido en la ciencia ficción. Fue cuando descubrí a Isaac Asimov, y todos los clásicos como Un mundo feliz, 1984, etc etc).
Después de esto, en el club, llegaron Henry James, Stephen King y Murakami. Quizás esta fue la parte más comercial en cuanto a recomendaciones.  Yo, recomendé Una educación, de Tara Westover, novela que reseñé en este blog hace varias entradas. De momento, ha sido la mejor lectura que he realizado este año.
Pero lo mejor de lo mejor, es que además de compartir ideas, el sábado me marché a casa con un par de recomendaciones que no quiero dejar pasar:

 

 SAPIENS (DE ANIMALES A DIOSES), de YUVAL NOAH HARARI




Este libro lo tengo en mi estantería de casa, pendiente de leer. Me lo había recomendado una compañera del trabajo y me había llamado mucho la atención. Es un libro de no ficción, que expone un resumen de la historia de la humanidad. Ahora, con lo que explicó el chico que lo propuso, me han entrado más ganas de leerlo.

Os dejo la sinopsis de la contraportada:

Hace 70.000 años al menos seis especies de humanos habitaban la Tierra. Hoy solo queda una, la nuestra: Homo Sapiens. ¿Cómo logró nuestra especie imponerse en la lucha por la existencia? ¿Por qué nuestros ancestros recolectores se unieron para crear ciudades y reinos? ¿Cómo llegamos a creer en dioses, en naciones o en los derechos humanos; a confiar en el dinero, en los libros o en las leyes? ¿Cómo acabamos sometidos a la burocracia, a los horarios y al consumismo? ¿Y cómo será el mundo en los milenios venideros?
En Sapiens, Yuval Noah Harari traza una breve historia de la humanidad, desde los primeros humanos que caminaron sobre la Tierra hasta los radicales y a veces devastadores avances de las tres grandes revoluciones que nuestra especie ha protagonizado: la cognitiva, la agrícola y la científica. A partir de hallazgos de disciplinas tan diversas como la biología, la antropología o la economía, Harari explora cómo las grandes corrientes de la historia han modelado nuestra sociedad, los animales y las plantas que nos rodean e incluso nuestras personalidades. ¿Hemos ganado en felicidad a medida que ha avanzado la historia? ¿Seremos capaces de liberar alguna vez nuestra conducta de la herencia del pasado? ¿Podemos hacer algo para influir en los siglos futuros?

EL INFORME DE BRODECK, DE PHILIPPE CLAUDEL


De esta novela no tenía conocimiento, pero ha pasado a estar en mi lista de pendientes.

Os dejo la sinopsis que aparece en la contraportada:

Apenas ha transcurrido un año desde el final de la guerra cuando una muerte rompe la tranquilidad de un pequeño pueblo perdido en las montañas. El único extranjero del lugar, a quien llaman Der Anderer (el Otro, en alemán), ha sido asesinado y todos los hombres de la localidad se confiesan autores del crimen. Todos menos Brodeck, el encargado de redactar un informe sobre lo sucedido «para que quienes lo lean puedan comprender y perdonar». Así pues, Brodeck entrevista a los hombres más importantes del pueblo: el cura, el dueño de la fonda, el alcalde... Y cuando este último le advierte de que «no busque lo que no existe; o lo que existió, pero ya no existe», Brodeck comprende que no le conviene saber demasiado. Sin embargo, la redacción del informe lo obliga a interrogar y a interrogarse, lo que a la postre puede suponer una amenaza para él y su familia. Autor de Almas grises, La nieta del señor Lihn y Aromas, Philippe Claudel está considerado uno de los mejores novelistas franceses de su generación. Con esta novela (ganadora del Premio Goncourt des Lycéens) Claudel renueva su exploración de los recodos más sombríos del ser humano y sus complejos mecanismos.

 Y ahora voy a explicar una anécdota. Más bien, lo que pasó fue que una de las recomendaciones me hizo reflexionar sobre mi propia opinión acerca de uno de los grandes clásicos de la historia.
Una chica recomendó Cumbres Borrascosas. E inmediatamente añadió: “es que me gusta el salseo”. Yo esta expresión, “salseo” (y no sé si me equivoco y que alguien me corrija si es así) la entiendo como noticias del corazón, Sálvame de Telecinco, o programas en los que los famosos venden un poco su vida a cambio de fama.
Enseguida le pregunté si había leído a las hermanas de la autora, refiriéndome a las otras dos Brontë, y me respondió que estaba en ello. Que había empezado Jane Eyre.
Y aquí es cuando yo no contesté, quizás porque no tengo la suficiente confianza todavía. Pero os explico todo, o una parte, de lo que pasó por mi cabeza en ese momento.
Leí Cumbres borrascosas hace muchos años. Y me gustó. La recuerdo como una historia de amor de esas que duran en el tiempo, intensa, pasional, etc. etc...
Intenté hacer relectura hará un par de meses y no pasé de la página setenta. No es que me pareciera mala, la novela está bien escrita, claro, pero es que me cansé de tanta locura entre personajes, de tanta auto destructividad. La chica del club había descrito muy bien el libro diciendo “me gusta el salseo”. Pues sí, con la relectura, tuve la sensación de que los personajes de Cumbres Borrascosas darían el perfil para cualquier revista del corazón. Creo que he superado la etapa del te quiero, te odio, te quiero, te odio, y te quiero porque te odio. Los personajes me parecieron tóxicos, un poco tarados. Pero insisto en que, aun así, es una lectura obligatoria en algún momento de la vida. Lo abandoné porque ya me conocía la historia, sabía lo que pasaba con los personajes. De no ser así, habría seguido con la lectura porque creo que la oportunidad, sí la merece. Lo bueno del libro, también es esa ambientación un tanto gótica, muy dramática. Quizás es que últimamente tengo la mente más puesta en thrillers y como ya sabéis, en Stephen King, o en otros tipos de dramas más sociales y realistas como La hija de la española o Una educación, y por eso la relación egoísta y destructiva entre la señorita Catherine Earnshaw y el señor Heathcliff me enervaba.
Le pregunté si había leído a Charlotte y Anne Brontë porque ambas me gustan más que Emily. Si alguien va perdido con las tres hermanas, os dejo un resumen sobre quién es la autora de qué novela:


Emily Brontë escribió Cumbres Borrascosas.
Charlotte Brontë escribió Jane Eyre.
Anne Brontë escribió La inquilina de Wildfell Hall y Agnes Grey

No acabo de entender por qué Cumbres Borrascosas es la más famosa de las novelas de estas tres hermanas. Jane Eyre la valoro más, y Agnes Grey también. Imagino que va a gustos, claro. Catherine Earnshaw y el señor Heathcliff serían la versión del siglo XVIII de Blair Waldorf y Chuck Bass (protagonistas de la serie Gossip Girl, a la cual, reconozco, me enganché).



Hasta aquí mi aportación sobre Cumbres Borrascosas. Ahora llega el turno de las reflexiones que aparecieron entre recomendación y recomendación. Yo tengo mi opinión acerca de cada una de ellas, pero podéis decirme qué penáis sobre estos temas:

El análisis sobre el escritor.

A veces se intenta realizar un análisis de lo que el escritor ha querido expresar. Este es el trabajo del crítico literario, pero en más de una ocasión, el propio autor reconoce que o bien no pretendía decir eso, o simplemente, no pretendía decir nada. Yo pienso que se analiza demasiado, y se da mil vueltas a una frase. Evidentemente, el autor siempre está influenciado por lo que ha leído y vivido. Pero de ahí a que se analicen sus frases hay mucho camino. Una vez leí una entrevista a Murakami en la que decía que le hacía mucha gracia leer análisis sobre sus libros o escritos, cuando él en realidad no ha querido decir nada, sólo ha escrito una historia y ya está.

Todo el mundo puede escribir un buen libro.

Se abrió un debate sobre este tema. Yo no participé mucho, pero hubo gente que pensaba que sí, y otra que no. Es evidente que el factor talento existe, pero también hay un porcentaje muy alto de técnica que se aprende con la práctica y el tiempo. Una chica comentó que si ella se apuntase a un curso de escritura podría escribir una buena novela, pero claro, es invertir en tiempo y en dinero. 
Yo creo que los cursos de escritura pueden ayudar mucho y no está mal apuntarse a alguno. Pero la mejor manera de aprender a escribir es leyendo mucho, y escribiendo mucho, también. Igualmente, soy de las que piensan que cualquiera puede escribir una buena historia. No creo que sea algo destinado a unos pocos. Pero yo confío más en el esfuerzo que en la suerte. Creo que el talento va unido a las ganas. Quiero decir que hay mucha gente que quiere ser escritor, pero lo desea porque suena bien, no porque sea su pasión. Lo sé porque yo me he encontrado con personas que después de saber que he escrito dos novelas me han comentado sus intenciones de escribir un libro. Dicen que no descartan la idea. Cuando les he preguntado qué tipo de literatura les gusta me doy cuenta de que apenas leen. Me dicen: es que no tengo tiempo de leer. Y en este caso, sí que creo que es bastante difícil de conseguir el objetivo. Es como si un niño quiere ser futbolista porque éstos son ricos y salen con modelos. Pues lo siento, pero no es motivo suficiente. Te tiene que gustar el fútbol, y mucho, porque deberás entrenar muchas horas. Ser escritor es lo mismo. Es tiempo y mucho esfuerzo. Hay que practicar.
Pero si alguien me pregunta si todo el mundo puede llegar a conseguir escribir un libro bueno, mi respuesta es sí. Sí, pero con esfuerzo, claro.
La técnica es la técnica. Y a veces existen fórmulas, igual que en las recetas, que siempre funcionan. Pero insisto, es trabajo. También puede ser que se tenga talento, pero incluso el talento se desarrolla con las ganas.

No sé qué pensáis vosotros sobre si cualquiera puede conseguir escribir una buena novela, sobre si el análisis del escritor es exagerado o sobre ese halo de “salseo” que envuelve a Cumbres Borrascosas, pero podéis explicármelo en los comentarios si os apetece. Todas las opiniones son importantes.

Y hasta aquí mi mañana en el club de lectura Liblit. Como veis, hubo momento para todo, pero es que duró tres horas.
El próximo club de lectura lo tengo el último sábado del mes de junio. Esta vez sí es un libro decidido: Mujeres en lucha, y el club se llama Parada lector y será la primera vez que asista.
Y ya me despido, seguiré explicando mis aventuras en estos clubes y todas las ideas que voy obteniendo de estos momentos.
Y por supuesto, los que sois de Barcelona y sintáis interés por alguno de estos clubes, os podéis apuntar sin problema.